RÍO DE JANEIRO.- Inmersa en la peor crisis de su historia, la empresa estatal Petrobras sufrió una notable pérdida de valor de mercado en los últimos años y además, al día de hoy, registra una fuga de inversiones que augura un agravamiento de su situación financiera.
Según reportó ayer el diario “O Estado de Sao Paulo”, el valor de mercado de la empresa, según guarismos corregidos por la inflación, cayó de 737.000 millones de reales (unos U$S 276.000 millones, al cambio actual) en marzo de 2008, en pleno auge de la estatal, a 127.000 millones de reales (unos U$S 47.565 millones) al día de hoy.
El volumen de pérdidas en ese periodo, de 610.000 millones de reales (U$S 228.560), equivale, apunta el rotativo a modo de ejemplo, a toda la producción anual de Portugal y a 4 veces el Producto Interno Bruto (PIB) de Uruguay.
Además de los millonarios desvíos de fondos de los que la petrolera fue objeto entre 2004 y 2012, otros factores también incidieron en la caída de su valor, aclara el medio, entre ellos los impactos de la crisis global, que comenzaron a sentirse a partir de 2009, y la necesidad del Gobierno de no reajustar el precio de los combustibles para no presionar la inflación.
A instancias de todos estos factores, la cotización de la estatal llegó a derrumbarse a tal punto que el viernes pasado, cuando fue denunciado que la cúpula directiva de la empresa había sido alertada sobre los desmanes ya en 2008, las acciones de la empresa alcanzaron en la Bolsa de Valores el mismo valor que tenían en 2003.
Por otro lado, el diario “Folha de Sao Paulo” informa que por el escándalo de corrupción, el 25% de los inversionistas redujeron un tercio el número de recibos de papeles ordinarios (ADR), que son los más negociados en la Bolsa de Nueva York. Estos papeles acumulan una desvalorización del 51% entre julio pasado y el viernes.
La merma de aportes de los fondos de inversión que se produce desde marzo está directamente vinculada a las revelaciones de pagos de sobornos, sobrefacturación de contratos y maniobras de lavado de dinero, en los cuales, según las denuncias, participaron directivos de la estatal, altos ejecutivos de grandes constructoras contratistas y “profesionales” del lavado de divisas.
A raíz de las denuncias, además, la estatal brasileña está siendo investigada por las autoridades de regulación estadounidense y procesada por inversionistas de ese país. “Es arriesgado mantener esas inversiones. La acción continúa cayendo y nadie sabe decir si ya llegó al fondo del pozo”, dijo un analista de mercado de Nueva York. (DPA)